Sin embargo, una y otra vez
me despierta mi realidad porque....
¡tú no estás!.
Sólo es tu aroma en mi recuerdo
que alimenta mi necesidad de amar,
de amarte...
Pero ahora ya no eres una,
eres mil...
mil mujeres palpitando,
eres viento, eres mar, estrella,
agua seductora
que recorre mi pensamiento frágil de humano.
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